El 11 de Enero de 2018 publicamos declaraciones por la interferencia del Papa Católico en la política electoral de Argentina.-
"O Bergoglio se vive arrepintiendo de sus decisiones políticas; o realmente no controla a su iglesia".
El presidente del Instituto Laico de Estudios Contemporáneos de Argentina -ILEC- Argentina- Manuel Ochandio, se refirió al comunicado que el episcopado argentino emitió ayer para despegarse de ciertos sectores políticos y sociales.
En ese sentido Ochandio manifestó que "con estas idas y vueltas pareciera ser que Bergoglio se vive arrepintiendo de sus errores políticos o, en todo caso, realmente no controla a su iglesia".
Por su parte agregó que "lo que Bergoglio busca es rearmar el peronismo ortodoxo en Argentina, más allá de los diferentes coqueteos que hace con sectores del kirchnerismo, con movimientos sociales o con algunas agrupaciones de izquierda. Pero hasta ahora viene fracasando en su armado.
En las PASO de 2015 el Papa compitió contra Cristina Fernández por el control del PJ bonaerense apoyando a Julián Domínguez y perdió.
En 2017 apostó por Urtubey y volvió a perder, con el agravante además del fallo de la Corte Suprema que declaró la inconstitucionalidad de dictar religión en las escuelas públicas en horario de clases en la propia Provincia que hasta ahora gobierna Urtubey. Luego hizo que la iglesia de Córdoba apretara a los legisladores nacionales de ese distrito intentando direccionar sus decisiones parlamentarias, en una clara actitud de clericalismo.
Cada una de esas decisiones no han hecho más que demostrar las verdaderas intenciones de Bergoglio, que son las de generar una hegemonía política en el país, aunque hasta ahora no puede hacer pie dentro de la estructura partidaria del peronismo".
Finalmente Ochandio dijo que "es realmente gracioso leer las aclaraciones de Mons. Ojea, quien asumió la conducción de la iglesia argentina en medio de ovaciones partidarias y marchas partidarias, y ahora pretende que los feligreses de su iglesia olviden esos sucesos recientes. No se puede creer la reedición de mala calidad que esta iglesia pretende hacer del triste mito de la nación católica, generando no sólo las divisiones que todo dogmatismo genera, sino además, sumando más divisiones al ya fragmentado mapa político partidario del país.
Deberían dedicarse más a sus ritos y menos a una política en la que parecen fracasar todos los días. Pareciera ser que a ciertos actores el hecho de haber ganado la interna en Roma de la mano de Bergoglio, los ha pasado de exitismo y les ha hecho perder el juicio".