El 19 de Agosto de 2018 publicamos una nota acerca de la Provincia de Entre Rios.-
CONFUSIONES
• Por el Dr. Germán J. Margaritini ( Miembro de ILEC Argentina).
“El Pacto de Padua conlleva la guía y liderazgo espiritual del Papa Francisco…”, puede leerse en la autoexplicación que se hace en la web. En junio de 2016, el día de su santo patrono, la ciudad de Concordia, por decreto, adhirió a ese pacto. No conforme con esto, en pleno debate del proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo, en ese momento aún en Diputados, el intendente Cresto, siguiendo los lineamientos del punto quinto de ese acuerdo que se manifiesta en “defensa de la familia y rechazo al aborto” (ampliando que “la familia es fundada sobre el matrimonio… entre un hombre y una mujer… escuela del amor y la fidelidad”), hizo llegar un proyecto al Concejo Deliberante para que sea declarada Concordia como ciudad provida. Eso fue el 14 de junio. Fue rechazada por los concejales. Había que insistir, por eso el 18 de julio, días previos al tratamiento proyecto en el Senado de la Nación, el Intendente no se conformó con el rechazo del órgano deliberativo, lo decretó, así como así, y declaró a Concordia ciudad provida. Para aclarar, aunque oscurezca, dijo: “desde el primer momento mi postura en defensa de la vida ha sido clara, que es lo que me han inculcado, no sólo mi familia y mi formación sino también por pertenecer a un partido político como es el peronismo, que se basa en la Doctrina Social de la Iglesia y que defiende la vida desde la concepción”. Amén. La confusión entre política y dogma Quien gobierna debe hacerlo en beneficio de todos. Parece una obviedad, pero en la práctica no lo es tanto. Establecer principios religiosos como, por ejemplo, el concepto de familia, como mandatos de un Estado Municipal es no tener en cuenta otras formas de familias, que seguramente las hay en nuestra ciudad. Decretar que la ciudad adscribe a un principio religioso tal como el Pacto lo establece y promueve es borrar a todas las personas que profesan alguna creencia diferente a la católica apostólica y romana. Yo conozco judíos, protestantes, agnósticos, y uno que otro ateo. El intendente lo aclara en sus propias declaraciones. No se da cuenta, le salen desde el subsuelo de su conciencia. Inocentemente vocifera que es lo que le han inculcado en su familia. Y hasta se da el lujo de darle características religiosas al partido que pertenece. Lo dice, pero no lo interpreta. Sabe que es su formación. No le preocupa que sus principios privados vayan en detrimento de los derechos de muchos ciudadanos de su misma ciudad. Confunde las cuestiones del ámbito privado con las del ámbito público, lo que es particular de lo que es general. Por eso vulnera derechos de otros. Utiliza el poder para imponerlos, para eso lo detenta. La confusión política Como si la confusión no fuera suficiente, se equivoca políticamente. No le interesa la opinión del órgano deliberativo de la ciudad. Pasa por alto la decisión del Concejo Deliberante, que un mes antes le había dicho no. En el barrio diríamos que se pasa a todos los concejales por un lugar de poca santidad, ya que estamos hablando de santos. Tiene una confusión terrible al someter su municipio a la “guía y liderazgo” de un monarca de otro estado. Soberanía que le llaman. También se confunde al pensar que por decreto todos los habitantes de la ciudad seguiremos sus principios católicos de familia. Se vuelve a confundir, y más gravemente, al pensar que por un decreto las mujeres dejarán de abortar y no morirán por prácticas clandestinas. Peor, la mujer es un instrumento para exponer e imponer sus dogmas. Pero aún queda una confusión grave. La Constitución de la Provincia de Entre Ríos establece que esta es una provincia laica. Alguien tendrá que explicarle. Sobre intenciones Prefiero pensar que se trata de confusiones o de errores, no quisiera imaginar que existe una intencionalidad en estas cosas.