El 3 de Agosto de 2018 publicamos más argumentos a favor del proyecto de interrupción voluntaria del embarazo.-
¿“De la aprobación de la ley de IVE” o “De la involución social”?
Por Dr. Lisandro Gómez (Miembro ILEC-Argentina).
No poder definirse por uno u otro título para una declaración, es quizás la forma intelectual de afrontar las complejidades de una situación determinada y asumir que ante un estado de alerta, no resulta necesaria la claridad de la pluma o la belleza de las palabras, sino que basta solamente con afirmar los compromisos y no bajar los brazos.
Ahora que los pasillos del Senado se tensionan de cara al debate final del proyecto que trae media sanción en diputados, recae en todos la necesidad de mirar hacia el 9 de agosto, el día después. Claro que no pretendo realizar una predicción astral o una clase de futurología, sino una evaluación de impacto posible.
Al día de hoy, quedan claros los roles que han jugado los distintos actores: por un lado el movimiento social impulsado por el colectivo agrupado bajo la consigna “educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir”; y por otro lado, los sectores reaccionarios, conservadores y anti progresistas, encolumnados bajo las falacias “toda vida vale” o “salvemos las dos vidas”.
En cambio el día después del 8/8, ante cualquier resultado en la votación, se generará una percepción distinta de los actores que describí: el colectivo que reclamó la sanción de la ley de IVE, no retrocederá un paso, y la lucha seguirá vigente, más que nunca quizás y con la convicción de no abandonar el reclamo, generando acciones para obtener una legislación futura con mejores consensos y aprendiendo del proceso transitado.
Por su parte, el otro sector, se verá enardecido ante cualquier resultado –o indignado o triunfante-, porque en este país todo se vive como un “súper clásico”. Ese énfasis lo llevará a creerse dueño de la moral de la sociedad –cuestión que siempre presumió- y esa moral, claramente asociada con el discurso sostenido por la Iglesia romana, es tan endeble como los sacerdotes que dicen proteger las dos vidas mientras ocultan en sus filas los crímenes más aberrantes que se puedan imaginar.
Pero por si eso no fuera poco, el “impulso divino” que animará sus pobres mentes, se ramificará como un cáncer depravado sobre otros aspectos que representan sus derrotas más sensibles, es decir, irán por los triunfos de la democracia laica. Empezarán las acciones desde sus cuarteles ultramontanos, en lo profundo de un interior del país que dicen representar en su totalidad.
Así resulta la composición de este grupo –el que se opone a la normativa en tratamiento-: los apellidos que ejercen el poder en el grupo se repiten por décadas y su participación en las homilías, se traduce en la fijación de la agenda pública. Esas mismas personas que reproducen las mismas homilías que se vienen oponiendo a todos los cambios sociales.
Entonces, envalentonados por un resultado –cualquiera que sea-, estos secuaces de la clandestinidad, no escatimarán en avanzar sobre otras cuestiones que les quitan el sueño: la educación pública laica, ratificada recientemente por la cabeza del Poder Judicial de la Nación; la educación sexual integral –que por cierto, aun como normativa vigente, siempre fue rechazada por estos sectores-; la salud reproductiva –sea por la aprobación de la IVE o para avanzar sobre la ya contemplada ILE, vigente en la normativa penal desde hace casi una centena de años-; las técnicas de reproducción asistida –porque quien sostenga que los embriones son vida, de ser consistente con su discurso deberá oponerse a la ley vigente respecto del material genético disponible y su desecho-; los derechos de las minorías étnicas y religiosas; los derechos al trato digno e igualitario; las cuestiones de género y así un sinnúmero de temas que se encuentran en la agenda episcopal, esperando el momento justo para salir a la luz con el “discurso” que ha recalado en los puertos de las provincias que se siguen manejando como feudos medievales (aunque ciertamente, los puertos escasean en el noroeste argentino)
Es por esto –y por muchas razones más- que la realidad pone en evidencia la postura anacrónica de aquellos sectores que se oponen –y que se han opuesto siempre a todo- al cambio de normativa: prefieren seguir siendo cómplices de la muerte, antes que dejar sus creencias personales de lado.
Y ante ellos, nosotros.
Hoy más que nunca, recae en el resto de la sociedad –esa que entiende las realidades de miles de gestantes que mueren en la clandestinidad y de otras miles que desean ejercer su autonomía- la necesidad de dar un paso más, procurando participar de esta semana crucial, donde no solo está en juego una norma determinada, sino el progreso de la sociedad toda.
Ese mismo progreso que los esbirros de la involución social, amenazan una vez más.
Ante ellos, enemigos del futuro decimos: Será Ley y Será Estado Laico!